Se acerca el VIII Taller de Ciudades Patrimoniales Cubanas


centro-historico-cienfuegos5Del 16 al 20 de enero la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos acogerá la octava edición del Taller de Ciudades Patrimoniales Cubanas que, en esta oportunidad, dedicará sus jornadas a debatir la vinculación entre el turismo cultural y el patrimonio, en el Hotel Rancho Luna.

El Hotel Rancho Luna recibirá, por tercera ocasión, a especialistas, historiadores y conservadores provenientes de Santiago de Cuba, Remedios, Camagüey, La Habana, Trinidad y Matanzas. Estos intercambiarán experiencias sobre el impacto del turismo en los centros históricos urbanos, además de los retos para su gestión, desarrollo y beneficios.

Entre las actividades más importantes comprendidas dentro del programa del evento figura la realización de un Panel acerca de Cienfuegos como destino patrimonial, que contará con la conducción de la doctora Marianela Morales Calatayud, y la participación de expertos en el tema. La Conferencia inaugural estará a cargo del MSc. Arq. Irán Millán Cuétara, director de la OCCC, quien dialogará sobre el turismo cultural como motor impulsor del desarrollo y preservación del patrimonio cienfueguero.

Un tema de vital importancia en estos días cuando el flujo de visitantes a nuestras ciudades crece por día, cuando la implicación de la ciudadanía, y por supuesto, de las instituciones gubernamentales, en el proceso del desarrollo turístico asociado al patrimonio es fundamental. El Patrimonio, como bien legado, generará riquezas cuando sea un recurso desde el cual también fluya el empleo y el capital.

Cienfuegos es una ciudad donde fomentar al turismo patrimonial se convierte en una potencialidad innegable, aunque aún falte mayor estudio del proceso. La capacidad de atracción de la historia coloca al relieve un pasado que se vuelve presente y sobre el cual los visitantes caminan, conocen, descansan y disfrutan una estancia que luego devuelven en beneficios económicos.

Cada vez más el turismo quiere salirse de la caja cerrada de las agencias de viaje, que les ofertan un producto cerrado casi siempre ocioso. Por más heterogéneos que sean los visitantes, no se puede subestimar la necesidad de aprendizaje, el deseo de ampliar la cultura general de cada quien. Cubrir sus expectativas se convierte en una estrategia profesional donde entran en juego los especialistas del patrimonio para diseñar una serie de atractivos que hagan remarcable la visita.

Como producto patrimonial Cienfuegos es una ciudad en progreso. Está ensanchado sus servicios, haciéndolos más atractivos y dinamizando la vida cultural. Lo cierto es que posee numerosos elementos explotables, basta ser continuos y crecientes en el trabajo que ya se hace y prestar mucho cuidado a la conservación del legado histórico. Vender el paisaje, el territorio, la identidad, los recursos tangibles e intangibles, no es un juego sin importancia donde se mueven las piezas al azar. Debe existir un estudio previo del tablero y de la estrategia.

La promoción es fundamental en el proceso. Por ello creo que ayudaría sobremanera que Cienfuegos contase con herramientas para ello, como una página web por ejemplo, diríamos institucional, de la Oficina del Conservador. Una página gestora de contenidos patrimoniales asociados al turismo; una página interactiva desde la cual se promuevan las riquezas y las verdades de nuestra ciudad; una atención personalizada si así el potencial visitante lo deseara. Una página donde postear el boletín Bitácora de Jagua, una propia que no se subordine a los esquemas de las agencias de viaje. Eso nos falta, así como el convencimiento de que esa acción, como muchísimas otras que se ejecutan, es muy necesaria.

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